La miel
debe ser uno de los primeros productos que el hombre empezó recolectar.
Hay indicios de que hace más de 10.000 años, que conocemos la utilidad
de la miel. En Bicorp (Valencia), hay pinturas rupestres, encontradas en
la cueva de la Araña, que nos demuestran que durante el Paleolítico el
hombre ya consumía miel.
La miel es un producto alimenticio producido por las abejas a partir del néctar de las flores que ellas liban, transportan y almacenan en los panales de la colmena. La abeja elabora 7 kg. de miel por cada kilo de cera. Para elaborar 100 grs. de miel la abeja debe visitar cerca de 1 millón de flores. Para obtener 1 kg. de miel la abeja debe traer a la colmena de 120.000 a 150.000 cargas de néctar.
Una vez en la colmena las abejas recolectoras entregan el néctar a las abejas receptoras que guardan en el buche y lo transforman siguiendo un proceso de regurgitación del néctar sobre la trompa y lo devuelven al buche. Ésto lo repiten entre 130 y 140 veces. Entonces depositan una gotita de este líquido en una celda hexagonal libre, pero éste líquido todavía no es miel. El néctar contiene entre un 50 a un 80% de agua y las abejas para obtener la miel deben eliminar 3/4 partes de este agua. Para ello crean una ventilación acelerada en el interior de la colmena batiendo las alas 26.400 veces por minuto.
La composición de la miel:
La miel es un producto alimenticio producido por las abejas a partir del néctar de las flores que ellas liban, transportan y almacenan en los panales de la colmena. La abeja elabora 7 kg. de miel por cada kilo de cera. Para elaborar 100 grs. de miel la abeja debe visitar cerca de 1 millón de flores. Para obtener 1 kg. de miel la abeja debe traer a la colmena de 120.000 a 150.000 cargas de néctar.
Una vez en la colmena las abejas recolectoras entregan el néctar a las abejas receptoras que guardan en el buche y lo transforman siguiendo un proceso de regurgitación del néctar sobre la trompa y lo devuelven al buche. Ésto lo repiten entre 130 y 140 veces. Entonces depositan una gotita de este líquido en una celda hexagonal libre, pero éste líquido todavía no es miel. El néctar contiene entre un 50 a un 80% de agua y las abejas para obtener la miel deben eliminar 3/4 partes de este agua. Para ello crean una ventilación acelerada en el interior de la colmena batiendo las alas 26.400 veces por minuto.
La composición de la miel:
Agua 17-18%
Glucosa 31-32%
Sacarosa 38-39%
Otros azúcares 5-10%
Proteínas i aminoácidos 0.2-2%
Minerales 0.5-1%
Vitaminas, enzimas, hormonas...0.5-1%
La composición, el color, el aroma y sabor de cada miel es diferente, según las especies de plantas que han visitado las abejas. Las variedades más comunes son:
Miel de
romero, de encina, de naranjo de castaño, de tomillo, de espliego, de
eucalipto, de brezo y de alta montaña llamada, mil flores. Para obtener
éstas diferentes variedades hay apicultores que practican la
trashumancia, es decir, transportan las abejas de un lugar a otro
siguiendo los tiempos de floración de las plantas.
La miel tiene unas propiedades dietéticas importantísimas, ya que gracias a su composición, tiene propiedades antibacterianas, cicatrizantes y antioxidantes que favorecen el buen funcionamiento de nuestro organismo. Además, las abejas nos dejan otros productos dietéticos impresionantes como el polen, la jalea real, y el própolis.
En el momento de adquirir miel, es importante asegurarnos de que sea una miel elaborada con un proceso artesanal. Cuando la miel sale de la colmena es líquida, a medida que la temperatura disminuye, los azúcares que contiene se solidifican y hacen que la miel se vuelva sólida.
La miel tiene unas propiedades dietéticas importantísimas, ya que gracias a su composición, tiene propiedades antibacterianas, cicatrizantes y antioxidantes que favorecen el buen funcionamiento de nuestro organismo. Además, las abejas nos dejan otros productos dietéticos impresionantes como el polen, la jalea real, y el própolis.
En el momento de adquirir miel, es importante asegurarnos de que sea una miel elaborada con un proceso artesanal. Cuando la miel sale de la colmena es líquida, a medida que la temperatura disminuye, los azúcares que contiene se solidifican y hacen que la miel se vuelva sólida.
Para
volver al estado líquido, sólo tenemos que calentar unos minutos al baño
maría, para aumentar su temperatura. Industrialmente, hay empresas que
para evitar éste efecto, someten la miel a un proceso de calentamiento
rápido, disolviendo los cristales y eliminando las burbujas de aire.
Finalmente es filtrada para eliminar la mayoría de las partículas
sólidas.
Con
éste proceso, encontramos en los supermercados la miel en estado
líquido y sigue así durante mucho tiempo, pero a cambio se han destruido
muchas de las propiedades biológicas de la miel. Afortunadamente en
nuestro país encontramos apicultores artesanales que nos proporcionan
una miel extraordinaria con todas sus variedades y propiedades. Uno de
ellos es Mel Muria, una empresa, situada en El Perelló (Tarragona), que
se dedica desde el año 1810 a la elaboración de la miel con una calidad i
un rigor impresionante.
Gastronómicamente hablando, la miel siempre ha sido muy importante en nuestro país, con joyas de nuestra gastronomía como el "bacalao con miel" y el conocidísimo "miel i mató" entre otros. La miel combina con todo y nos puede aportar un toque agridulce a los platos de cordero, cerdo, pato..... Por otro lado, en los dulces aporta personalidad y puede hacer que cualquier dulce o pastel sea diferente a los comercializados habitualmente.
Hace más de 10.000 años que consumimos miel y aún nos queda tanto por descubrir...
Fuente de documentación: Mel Muria (El Perelló)
Gastronómicamente hablando, la miel siempre ha sido muy importante en nuestro país, con joyas de nuestra gastronomía como el "bacalao con miel" y el conocidísimo "miel i mató" entre otros. La miel combina con todo y nos puede aportar un toque agridulce a los platos de cordero, cerdo, pato..... Por otro lado, en los dulces aporta personalidad y puede hacer que cualquier dulce o pastel sea diferente a los comercializados habitualmente.
Hace más de 10.000 años que consumimos miel y aún nos queda tanto por descubrir...
Fuente de documentación: Mel Muria (El Perelló)
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