CRÈPE SUZETTE
INGREDIENTES
150 gr. de harina
1/4 l. de leche
2 huevos
50 grs de azúcar
50 gr. de mantequilla
Una pizca de sal
Una pizca de azúcar con vainilla
1 Cucharada de coñac
Para el relleno:
30 gr. de mantequilla
30 gr. de azúcar
1 cucharada de Curaçao
Zumo de mandarina
Para el flameado.
1 dl. de Curaçao
1 cucharada de azúcar.
ELABORACIÓN
En un bol ponemos la leche y la mantequilla fundida. Añadimos los huevos, el azúca, la harina y lo vamos mezclando. Finalmente añadimos una pizca de azúcar de vainilla, y una cucharada de coñac. Lo mezclamos un poco más hasta que nos quede una masa semilíquida, compacta y sin grumos.
En una sartén, antiaderente, dejamos fundir un poco de mantequilla. A continuación echamos un poco de masa, la esparcimos por toda la superficie de la sartén. Cuando esté dorada,le damos la vuelta. Cuando esté hecha por el otro lado la reservamos en un plato y vamos por la siguiente.
Trabajamos la mantequilla mientras vamos hechando el azúcar, la cucharada de Curaçao y un chorro de zumo de mandarina. Debe quedar una textura de pomada.
Rellenamos las crêpes con la mantequilla, las ponemos de nuevo en una sartén bien caliente, vertemos el Curaçao con el azúcar y lo flameamos. Se suelen servir de tres en tres.
COMENTARIO
Las "Crêpes Suzette" son uno de los postres clásicos de la historia. Para muchos gastrónomos, es el mejor.
Esta es le receta más o menos clásica, pero se puede modificar a tu gusto. También se suele preparar con naranja en lugar de mandarina y se puede flamear con Grand Marnier, Triple seco o incluso un buen coñac.
Un poco de piel de naranja o mandarina, en juliana, añadida por encima antes de flamear le da un toque amargo y una textura crujiente, muy interesantes.
Es
interesante acompañarlas con una bola de helado de mandarina.




Junto
con la crema catalana, o crema de San José, otro de los dulces típicos
de este día era el requesón. Según Joan Amades, a principios del siglo
XIX, durante el día de San José había por las calles de Barcelona y
otras ciudades, puestos que vendían requesón.
Joan
Amades en su “Costumari Catalá”, nos dice que la creadora de este
requesón fue una monja barcelonesa que se llamaba Antonia Carrió. Esta
monja, que gozaba de fama de preparar unos “matons” excepcionales, dio
su secreto al hortalano del convento, que poco tiempo después comenzó a
hacer “matons”, abriendo cerca del convento de Pedralbes un
establecimiento con el nombre de su mujer. Ca la Serafina se convirtió
por los barceloneses, en un lugar de peregrinaje, el día de San José,
debido a la calidad de su "mató de monja".






